Vista del pórtico de la catedral de Girona y su amplia escalinata de acceso.
LA CATEDRAL DE GIRONA y su heráldica
I parte
Imaginemos hasta la fundación y colonización hecha por los romanos una ciudad pequeña, pero muy productiva y situada estratégicamente para evitar invasiones, nombrándola Gerunda en la que posteriormente derivaría su nombre primitivo en Gerona o en el idioma catalán Girona, grafiado actualmente.
La ciudad romana estaba rodeada por un recinto amurallado de planta triangular, con base sobre el río Oñar y vértice en la torre llamada Gironella; se conservan todavía tres puertas de entraada de la antigua muralla romana: la Rufina, en la cara sur en el barrio de Sant Domènec; una en el principio de la calle Força Vella y otra en la cara norte, en la entrada de la vía romana bajo la protección de las torres medievales de Sobreportes.
Paño de muralla romana al fondo la Torre Carlomagno.
Entre la terminación de la Via Cardo y la puerta de la Galia, existía una pequeña plaza que debería hacer las funciones carga ydescarga de mercaderías comercio con amplias y pequeñas tiendas de avituallamiento de toda clasw de artículos habituales en aquella época, y quizá siguió su función durante muchos siglos. Desde allí también se originaba una empinada cuesta que conducía a la parte más alta del altiplano de la ciudad, donde hoy se halla la catedral, y dónde posiblemente existió un templo dedicado, apuntan todos los indicios a los dioses y deidades romanas a Júpiter, Venus o Minerva.
Aproximadamente hacia el año 326 la catedral fue destruida, se reconstruyó y se abrió al culto por un período de cuatro siglos. Se desconocen totalmente las características del templo si bien, cabe suponer que su emplazamiento fuese el mismo que el anterior y del templo romano y su estructura en forma de basílica característica de los edificios constantinianos.
Siglos más tarde fue conquistada en el año 717 los árabes conquistaron Catalunya y ocupando también Girona, si bien dieron libertad de culto a los cristianos los árabes convierten la iglesia de Santa María en una mezquita y allí donde los cristianos elevan a Dios sus oraciones, los musulmanes las leyes del Corán. Años más tarde los francos a las órdenes del Emperador Carlomagno reconquistaron la ciudad y se procedió a la purificación de la catedral y a la renovación del culto que vino celebrándose sin interrupción hasta principios del siglo XI, penetran en Catalunya, en el 785 arrancan a Girona del yugo sarraceno, y donde se enarbolaba el estandarte de la media luna vuelve a presentarse la oriflama cristiana.
El templo, primitivo, según Roig Jalpi, se había elevado a la dignidad de catedral en tiempos del Emperador Constantino, fue nuevamente consagrada después de la reconquista.
Poderosos contrafuertes en el absis sostenidos por amplios arbotantes, soportando el desplazamiento de la elevada bóveda de crucería.
El cabildo catedralicio sobre el año 1000 después de largas e interminables reuniones decide sustituir la vieja catedral por una de nueva que fuese más amplia y especiosa de estilo románico. Para sufragar los gastos de reedificación, cede Pedro Roger en el año 1015 el monasterio de San Daniel, con todas sus prebendas al Conde de Barcelona don Ramón y a su esposa doña Ermesenda por 100 onzas de oro, con cuya cantidad más los bienes, tierras pertenecientes a dicho monasterio, pudo el obispo, llevar a cabo la obra y el 31 de diciembre de 1038, fue consagrada por el mismo, a la consagración asistieron el Conde Borrell y su madre doña Ermesenda junto a los más destacados caballeros de la alta nobleza de Catalunya.
Estancias personales del obispo Margarit, en el palacio episcopal de Gerona hoy convertido en Museo.
En siglos posteriores no contento el obispo y el Cabildo con su iglesia , creyeron oportuno remodelar la antigua nave románica, que se consideraba insuficiente para el culto de aquella época.
A este propósito, en el 1292, el tesorero Guillén Jofre hizo donación de 10.000 sueldos catalanes, pero hasta el 1312 y se formalizó el ambicioso proyecto. El cambio consistió en la ampliación de la cabecera con girola y nueve capillas encargadas al arquitecto Enric de Narbona, a la muerte de éste le sucedió Jaime de Faverán, siguió en la obra otros arquitectos como Guillem Cors, Francesc Saplana, Guillem Bofill, y Pedro Sacoma, finalizando esta grandiosa obra en el año 1368, que consistía en construir una única nave de la misma anchura que las tres proyectadas anteriormente y correspondientes a los tres ábsides citados. El resultado fue que la catedral de Girona, es una de las mas espaciosas de la cristiandad, junto con la de San Pedro de Roma, en el Vaticano.
De la antigua catedral románica iniciada en el siglo X, queda el claustro del XII y la torre llamada popularmente de Carlomagno construida en el 1040 que hace las veces de contrafuerte y campanario.
En el interior de la nave única cubierta por una bóveda de arcos diagonales que se apoyan en grupos de columnas. Los contrafuertes laterales albergan dos capillas por tramo, ejemplo del gótico catalán.
La fachada es de estilo barroco, dividida en tres cuerpos a modo de retablo. Sobre el último cuerpo se abre un gran óculo coronado por frontón y arriba se abren siete vanos de arco rebajado. Los nichos u hornacinas de los tres cuerpos están separados por columnas pareadas y ocupados por las esculturas de las que se ha dado noticia, realizadas en el siglo XX.
El interior muestra la grandiosa nave única, gótica, cubierta por bóveda de arcos diagonales que se apoyan en grupos de columnillas. La segunda más ancha por detrás de la iglesia de San Pedro del Vaticano, que tiene 25 metros.
Los contrafuertes laterales de la primera zona albergan dos capillas por tramo. En la segunda zona, en los dos tramos antes de llegar al presbiterio, se abren amplios ventanales góticos y debajo, las ventanas del triforio que recorren ambos muros. Antes del presbiterio y cerrando el fondo de la gran nave se levanta un muro con un arco central y dos laterales, más tres óculos, dos más pequeños sobre las tres ventanitas del triforio y uno mayor en el centro, cercano a la bóveda. Las vidrieras del presbiterio son del siglo XVI, con temática de la vida de la Virgen.
Sarcófago de los Señores Corbera-Campllonch, fueron dueños del castillo de Púbol, en el Ampurdán gerundense.
Los sepulcros armoriados en el interior de la nave
Los sepulcros son verdaderas obras de arte en todos se halla el escudo del linaje o el propio el de concesión, o el adoptado al libre albedrío. No ocurre lo mismo con el de los Condes de Barcelona, éstos siempre han usado como propias los cuatro palos de Aragón, así llamados por los heraldistas por pertenecer el Condado a la Casa de Barcelona al reino de Aragón, junto con los reinos de Valencia, Mallorca, Aragón, Principado de Catalunya, el Rosellón, y territorios conquistados, formando una especie de confederación (este término no existía en aquélla época), siendo el Conde de Barcelona el que ostentase el título de rey heredado por el casamiento de Doña Petronila, hija del rey Ramiro II el Monje e Inés de Poitou. Nació Doña Petronila en Huesca en el año 1136 y falleció en Barcelona el 15 de octubre de 1173) Reina de Aragón entre 1157 y 1164 y Condesa de Barcelona entre 1162 y 1164.
La relación de estos enterramientos, indistintamente religiosos o personajes Condales o de la alta nobleza es el siguiente:
Sepulcro de la Condesa Ermesenda de Carcasona
– Condesa Ermesenda o Ermesinda de Carcasona, personaje entrañable para Catalunya, muy querida por sus súbditos. Nació en el 972, el 1 de marzo en Gerona y fallecida en la villa de Sant Quirze de Besora, gobernó el Condado de Barcelona, Gerona y Osona (actual Vic), fue tutora de su hijo Ramón Berenguer I, durante su minoría de edad, ocupando el cargo de regente, cargo que llevó con extremada prudencia y sabiduría. Era hija de Roger de Cominges o Rogerio el Viejo, Conde de Carcasona y de Adelaida de Evandan (Francia). Contrajo matrimonio con Ramón Borrell, que le sucedió a su muerte el gobierno de Condado de Barcelona.
Sepulcro de Mahalda de Apulia en la catedral de girona.
– Condesa de Barcelona y Vizcondesa de Narbona. Mahalda o Matilde de Abulia (1060-1081), también llamada Mahalda o Matilda, fue esposa de Ramón II, de sobrenombre “Cap d’Estopa”, condesa consorte de Barcelona (1078-1082) y vizcondesa de Narbona (1086-1102) . La Condesa Mafalda, fue la primera hija de Roberto Guiscardo, Duque de Abulia y Calabria (1020-1085), con su segunda mujer Sikeilta de Salerno (1040-¿), y por tanto, hermanastra de Bohemundo de Tarento, que fue uno de los liders de la Primera Cruzada, y llegó a ser Príncipe de Antioquia. A finales del siglo XI en el año 1086. Mafalda regresó a Barcelona, contrajo matrimonio en segundas nupcias con Aumerico I, de Narbona, con quien tuvo tres hijos: el futuro Aimeric II de Narbona, Guiscardo y Bernardo. Enviudó de nuevo en el 1106, tras lo cual regreso a Barcelona, siendo ya Conde su hijo Ramón Berenguer III. Parece ser que falleció en el monasterio de Sant Daniel , siendo enterrada en la catedral de Girona al lado de su exposo. El Escultor Guillem Morey, por orden del rey Pedro IV, construyo un nuevo sepulcro de alabastro, que fue colocado en el muro sur de la nave, donde sus restos reposan actualmente.
Enterramiento del obispo Bernat de Pau, fallecido en el año 1475.
– Obispo Bernardo de Pau, (muerto en 1475), en la capilla de San Pablo. Se considera como la obra funeraria más sobresaliente de la catedral. Es de estilo gótico florido del siglo XV, con un arco conopial entre agujas; consta de tres cuerpos: el primero está compuesto por cuatro figuras tenantes con el escudo del obispo mientras otras dos sujetan un libro en cuyas páginas se lee una inscripción honorífica. El segundo cuerpo muestra a la Virgen coronada y rodeada de cuatro figuras, una de las cuales corresponde al obispo. El tercer cuerpo es el propio lecho mortuorio con la figura yacente revestida de pontifical y rodeada de ángeles. Otros ángeles suben al cielo el alma del obispo. Todo está adornado de tracerías caladas y cenefas vegetales o con ángeles.
– Obispo B. Vilamarí, en la capilla de Todos los Santos, sepulcro labrado por Jaime Faverán que sólo presenta la figura del yacente.
Sepulcro del obispo Berenguer de Anglesola.
– Obispo Berenguer de Anglesola, junto a las gradas del presbiterio en el lado del Evangelio, en sepulcro de alabastro labrado con figuras de plañideras bajo doseletes. El obispo está revestido de pontifical y lleva una mitra. Tiene cierto parecido con el sarcófago del obispo Escales de la catedral de Barcelona el tema de las plañideras e implorantes es recurrente en algunos enterramientos de la alta nobleza o religiosa, también es de la misma época.
Sarcófago del Conde de Barcelona Ramón Berenguer II, en lo alto de la puerta de la Sacristia.
– Conde Barcelona, Ramón Berenguer II, llamado de sobrenombre “Cap dÉstopa”, por tener los rizos del pelo enroscados de color rubio pajizo; hijo primogénito de Ramón Berenguer I. Nacido en el año 1082, en la isla de Rodas. Casó con Matilde o Mahalda, hija de Robert Guiscardo (en lengua normanda, significaba astuto, osado), Duque de Calabria y de Apulia o Pulia, y Mesina, en el reino de Nápoles. Fue asesinado Ramón Berenguer II por su hermano, mientras cazaba en un bosque camino de Gerona, entre los términos municipales de Sant Celoni y Hostalrich, en la Percha de Astor, falleciendo en la ciudad de Girona.
Sarcófago del obispo Monredó en el interior de la nave
– Arnaldo de Monredó, en el fondo del templo, con doble arco de tracería gótica calada.
– Ramon Bofill en la capilla de la Esperanza (antiguo refectorio del claustro románico).
Las capillas de San Bernardo, Santa Marta, San Isidro, Esperanza y Santa Elena, acogen en su interior varias sepulturas de los siglos XIII, XIV, XV y XVI. En el suelo de la nave central puede verse un gran número de lápidas de obispos y canónigos con inscripción y su escudo correspondiente, cincelado a la losa, además de otros sarcófagos.
Las vidrieras
Las vidrieras de la catedral fueron en su origen las primeras (algunos les atribuyen un complicado proceso alquímico en sus pigmentos y realización), y más antiguas se atribuyen al Maestro del Presbiterio y fueron realizadas al mismo tiempo que las obras ; las segundas son atribuidas a Guillem de Letumgard se construyeron al inicio de la segunda mitad del siglo XIV. La más importante de éstas por su belleza y composición es la del Calvario, situada en el centro de la girola y la gran vidriera, de Antoni Thomas en la cara sur. El tercer grupo son aquellas puestas con posterioridad hasta bien entrado el siglo XX. Hay que citar también los dos rosetones del siglo XVIII, obra de Francesc Saladrigas, maestro vidriero barcelonés y consideradas una de las mejores del arte barroco español.
Seguirá en la segunda parte
J: Sanz