1. Averiguar si el blasón que estamos observando perteneció a un bastardo a pesar de que presente un casco siniestrado o cualquier otra figura que proclame su bastardía, debemos ponerlo en duda, siempre que no exista la documentación necesaria para confirmar esta circunstancia. Debido al desconocimiento heráldico de algunos canteros y dibujantes o los caprichos de sus clientes, se han realizado verdaderas arbitrariedades en el campo heráldico ya desde muy antiguo.
Casco de bastardia, en una casa de la ciudad de Innsbruck. Austria. S. XV