1. Toda figura heráldica que se coloca en el campo del escudo, ocupan una parte de su área teniendo dimensiones concretas y determinadas, su posición está reglamentada. Generalmente salvo excepciones, tocan el borde del escudo y, si el campo es de metal, tienen que ser de color y viceversa. Excepto las figuras naturales, artificiales o quiméricas. Hay que clasificarlas en piezas honorables o de primer orden jefe, palo, faja, cruz, banda, aspa, cabrío o chevron, bordura, orla, perla, campaña, jirón, punta, pila, trechor, cantón derecho e izquierdo, franco cuartel, escusón, lambel. Piezas de segundo orden u ordinaria: losanjes, plumas, puntos equipolados, ajedrezados, fretes, bezantes, roeles, fusos, macles, rustros, billetes, danteles, papelonado. Piezas disminuidas, comprende las piezas de primer y segundo orden que han sufrido una disminución en su anchura: comble, vara, ceñidos, triángulo burela, gemela, tercias, filiera, lazo, tenaza, cotiza, bastón, traversa. Piezas compuestas o combinadas: Son las piezas formadas o combinadas con otras, pero con características propias, como: banda-faja, barra-faja, bordura-banda, cantón-banda, cabeza-banda, cruz-banda, faja-semipalo. Existen compuestas o ordinarias que se incluyen en el grupo de piezas honorables como la cruz, perla, sotuer y chevron. Estas piezas se concedían a los nobles que recibían heridas en los campos de batalla. Si el herido era ya noble o caballero y ya era propietario de blasón, en ocasiones lo cambiaba o añadía a sus antiguas armas nuevas piezas principales: Para señalar una herida en la cabeza, añadía un jefe cosido o de distinto color o esmalte o lo cargaba de otra pieza; si la herida era en las piernas ponía una cabria; si terminaba la batalla con las armas, espada, acha, lanza o porra, etc. y su cota de malla teñidas de sangre de sus enemigos, añadía una cruz o una bordura a sus armas y si ya poseía bordura, se la cambiaba. o cargaba de nuevas piezas.
Cabria, pieza honorable de primer orden
Bezantes, pieza de segundo orden