Libro de armoria

Heraldica de la corona de Aragón

Heraldica del apellido FAÑANAS

Significado del apellido FAÑANAS

Aragonés. Linaje de infanzones de Aragón,(*) De Biescas y más tarde trasladada a Huesca, con individuos documentados desde el siglo XV. Otras ramas aparecen en el siglo XVI en Santa Eulalia la Mayor y Puibolea, y en el siglo XVI en Arascués; al siglo XVIII pertenece otra rama de Lupiñén. Partido: 1º de gules con un oso de sable empinado, siniestrado y atravesado por una lanza, 2º, de plata con varias casas surmontadas de montañas y éstas a su vez de castillos, y bordura en azur. | Otros: De plata con una haya de sinople. | Otros, según Cadenas y Vicent: De oro, tres tiendas de campaña de azur, puestas en faja. [Armorial de Aragón, Conde de Doña Marina] [J. de Atienza] [Enc. Aragonesa] [Bizén d’O Río] .

Escudo de los Fañanas aragoneses, según el Armorial del Conde de Doña Marina y otros autores.


(*) EL LINAJE FAÑANÁS. - Noble y antiguo linaje aragonés que tuvo su primitiva casa solar en la localidad oscense de Fañanás o Fañanares, del que tomó el nombre adoptándolo como apellido. Dicho lugar se encuentra en el término de Salinas de Jaca, perteneciente al municipio de Las Peñas de Riglos, en la comarca de Hoya de Huesca, cerca de la población de Villalangua, y junto al río Asabón. Ramas posteriores del tronco principal pasaron a residir en la villa de Biescas, documentados desde el siglo XI, donde fundaron nueva casa, trasladándose posteriormente a otras poblaciones aragonesas. Otras ramas aparecen en el siglo XVI en Santa Eulalia la Mayor, Puibolea y Arascués y en el siglo XVIII en Lupiñén. El topónimo Fañanás de la villa perteneciente al municipio de Alcalá del Obispo, sugiere una relación entre los campesinos asentados en esta villa en la fase inicial de la repoblación y los originarios del lugar homónimo citado anteriormente. El linaje Fañanás tuvo un importante papel en la historia de Aragón en general y en la reconquista de Huesca y Zaragoza en particular. Un documento medieval encontrado en la villa de Biescas cita la colaboración de caballeros del linaje Fañanás, y de otros diecinueve linajes llegados desde Biescas, en la batalla de Alcoraz, el 18 de Noviembre de 1096, y en la liberación de la ciudad de Huesca de manos de los musulmanes en tiempos de Sancho Ramírez, rey de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza: "D. Pedro I, octavo de Aragón, continuó el asedio de Huesca como lo había hecho su padre el rey D. Sancho, muerto en dicho asedio de una saeta. Apretólos de suerte que los moros se hallaron obligados a valerse de los socorros propios y agenos, juntando para ello Almozaben, rey de Zaragoza, un numeroso ejército de moros auxiliares, lo cual sabido por D. Pedro, juntó a los cristianos que pudo, a cuya voz acudieron muchos montañeses y saliendo a recibir al contrario se trabó la batalla de Alcoraz, apareciéndose en ella San Jorge y murieron 40.000 moros y 1.000 cristianos, y fue el 18 de noviembre de 1.096. Entre los montañeses que fueron a militar en esta feliz campaña, fueron a propia costa cincuenta soldados hijos de la villa de Biescas, como consta por un privilegio otorgado por la dicha Magestad a todos los soldados que con santo celo se señalaron en esta batalla en que los apellidó infanzones, concedido el 28 de diciembre de 1096, día inmediato siguiente al que entró en la ciudad de Huesca triunfante; quedó y está archivado este Privilegio en el archivo de dicha ciudad. Murió el rey D. Pedro sin dejar sucesión y fue sepultado en San Juan de la Peña el 28 de septiembre de 1104 y le sucedió el Batallador. Conoció la mucha liberalidad de la villa de Biescas, premiando a sus soldados, pues habiendo asistido veintidós años antes a la batalla de Alcoraz con cincuenta soldados y asistidos en sus haciendas prosiguieron en la conquista de Zaragoza los descendientes de aquellos, asistiendo con el valor heredado de sus antecesores, los cuales con prestación de sus servicios fueron reconocidos por el rey Alfonso por caballeros infanzones e hijodalgos por privilegio de 1128 a favor de las prosapias de dichos caballeros que fueron: Aznareces, Caxales, Pereces de Gavín, Diestes, Olibanes, Fañanares, Montañeres, Larredes, Ximénez de Gabín, Asos, Bertranes, Azines, Gabines, Piedrafitas, Beteses de Belarre, Enecos, Balerios, Lalagunas, Blascos y Danorias. A instancia de estas veinte familias esclarecidas, el año 1390 la M. del rey Juan I de Aragón dio privilegio de vínculo a la villa de Biescas a favor del primogénito de sus descendientes, sin que jamás en fuerza del dicho privilegio pudiese ser dado a otro señor alguno, afianzando para esta seguridad la muy noble ciudad de Zaragoza, por cuyo amparo ha de permanecer para siempre en único vasallaje del rey, para perpetua memoria del ilustre de dichas familias, que ya tenían de muy antiguo dispuesta una cofradía llamada la Blanca en que se juntaban ejercicios militares entre todos los contenidos en las sobredichas prosapias un día en cada año la reedificaban bajo el Patrocinio del glorioso mártir San Jorge, después de su milagrosa aparición en los campos de Alcoraz y ordenaron que en su glorioso día se celebrase la justa de dichos hidalgos cofrades, haciendo el glorioso Santo la salva en acción de gracias de tan singular beneficio como las armas cristianas habían por su amparo conseguido contra los moros en la batalla de Alcoraz. Prosiguieron su buena intención todos los años; y viendo otras nobles familias tan santo y bien visto empleo, quisieron incorporarse en su ilustre cofradía para dar al lustre de su sangre el noble quilate de ser veneradores del Santo, por cuya instancia, los contenidos en las sobredichas antiquísimas y nobles familias pidieron en la corte de justicia de Aragón una decisoria a favor de dichas veinte prosapias para conservar su nobleza en tan auténtica Es., y privilegio para admitir a sus congregaciones a otras prosapias, que con título de infanzonía, podían con justificación entrar a la posesión de tan noble calidad. Consiguieron su decisoria reinando el rey D. Juan II, llamado el Grande el año mil cuatrocientos sesenta y uno, siendo justicia de Aragón el Ilmo. Sr. D. Fernando de Lanuza, nombrando en la dicha decisoria todos los que de presente se hallaron descendientes por línea recta de las veinte familias sobredichas, que por la misericordia de Dios, de todas había descendientes en la villa de Biescas, y el lugar de Yosa su aldea; y fueron los siguientes: Ximeno Anárez, Beltrán Aznárez, Martín Caxal, García Pérez de Gabín, Ximeno Diest, Pedro Oliván, Domingo Oliván, Ximeno Fañanás, Sancho Fañanás, Aznar Montaner, Bernardo de Lárrede, García Ximénez de Gabín, Antonio Olibán, Jordán de Aso, García Betrán, Antonio de Azcín, Pedro Betés de Belarre, Damián de Eneco, Domingo Piedrafita, Domingo Balerio, García García de Eneco: todos de la villa de Biescas. En el lugar de Yosa se hallaron Pedro Lalaguna, Aznar de Aso, Guillén de Blasco y García Danoria; los cuales sobredichos contenidos en la firma decisoria reservaron a tener a solas su capítulo para disponer de capitular leyes en honra y conservación de su ilustre cofradía y obtuvieron privilegio de poder admitir otras familias con desengaño cabal de que descendían de Infanzones, como se observaron y se observarán mientras su Divina Magestad conserve descendientes de pocas o muchas prosapias ya dichas. Sea en alabanza de Dios N. Señor y del bienabenturado el glorioso Mártir San Jorge. Fue trasladado todo esto fiel y verdaderamente de los libros antiguos de dicha cofradía, sin mudar más que el lenguaje antiguo en nuestro moderno bulgar el 24 de abril de 1644"”. Los descendientes de aquéllas 20 familias que participaron en la batalla de Alcoraz, continuaron guerreando contra los musulmanes a las órdenes de Alfonso I el Batallador hasta la reconquista de Zaragoza. El asedio a Zaragoza comenzó el 24 de Mayo de 1118. El 11 de Junio se tomaba al asalto el Castillo-Palacio de la Aljafería, el 11 de Diciembre se acordaban las capitulaciones para la rendición y el 18 de Diciembre Alfonso I de Aragón hacía su entrada triunfal en Zaragoza. Acababan cuatrocientos cuatro años de dominio islámico en los territorios de Aragón. Los musulmanes estuvieron presentes en Aragón durante novecientos años, entre el 714 y el 1610. De esos nueve siglos, cuatro fueron como dominadores y cinco como dominados. Tanto en una como en otra situación, la presencia islámica aportó una serie de elementos que han perdurado en muchos casos hasta nuestros días, en especial todo lo relacionado con los sistemas de regadío que fueron potenciados gracias a los amplios conocimientos que disponían sobre ello y que importaron de su país, al tiempo que mejoraron enormemente algunos sistemas de regadío romanos ya existentes. Santiago Fañanás fue presbítero en Monflorite. En Fañanás, el apellido desapareció con el matrimonio de Don Serapio Cantán Ciprés (fallecido el 10/01/59 a los 81 años) y Doña Teresa Fañanás Calvo (fallecida el 07/06/70 a los 89 años). Extraído en parte de: www.serrate.org