Aragonés. Después de ser Abad de los monasterios de Montearagón y San Victoriano, su designación para obispo de Huesca fue motivo de grandes disturbios, originados por otro aspirante a la Sede, Felipe de Hurries. Su episcopado sólo duró varios meses, ya que falleció a los treinta años de edad, víctima de la peste cuando regresaba de Roma, a la que había ido a defender sus derechos. Armas: Cortado: 1º, cuartelado: I y IV, en oro los cuatro bastones de gules de Aragón; II y IIIº, una estrella de gules (de los So y los Castro); el 2º, de azur, tres piñas de oro de los Pinós. [“Rev. Hidalguía” núm. 246, S. Broto Aparicio].
Escudo del obispo Alonso de So y Castro Pinós. Año 1527.